Nuevo Secretario de Deportes de la Nación:

18/10/2018
Nuevo Secretario de Deportes de la Nación: Diógenes de Urquiza, quien reemplazará a Mac Allister, llega con la lupa sobre los gastos y becas, estilo de gestión del ámbito privado y cero perfil político. "El deporte le va a dar a Cambiemos más que cualquier actividad", afirmó.

Por: Sergio Stuart @sergiostuart
sstuart@ole.com.ar

Diógenes de Urquiza, 56 años, lleva más de 30 ligado al deporte. No sólo porque fue presidente de la Asociación de Pádel y viene de ser coordinador del Enard, sino por su vinculación desde el sector privado en marcas con las que vistió equipos chicos y grandes. ¿Les suena la Generación Dorada del básquet? A él eligió Macri para suceder desde el 1° próximo a Carlos Mac Allister en la secretaría de Deportes de la Nación. El Colo se va a pelear por la gobernación de La Pampa, y De Urquiza, por gestionar un organismo con el menor presupuesto de los últimos cinco años y una devaluación que vuela. De todo habló con Olé.

-¿Por qué te eligió Macri?

-“Yo no te elegí, te recomendaron”, me dijo. Tiene confianza en mí porque me conoce.

-¿Cuál es tu objetivo?

-Lo más importante es que el deporte crezca. Yo tengo que ver cómo.

-¿Cómo?

-Bajando costos en donde se justifica. Esto es una área de servicio, tanto la secretaría como el Enard tiene que trabajar para los deportistas. En la secretaria, además, hay un trabajo de acción social fundamental para sacar los chicos de la calle. El alto rendimiento es solo la cima de la pirámide.

-¿Como va a funcionar? ¿Se fusiona con el Enard para transformarse en agencia?

-El Enard y el CNAD (Comisión Nacional Antidopaje) se manejarán individualmente pero dependiendo de la secretaría. Lo que hay que fijar es una política de deporte para determinar qué tiene que hacer cada uno para que no hagamos dos veces lo mismo, que muchas veces pasa. Un viaje se paga dos veces, por ejemplo.

-Varios deportistas cobran becas del Enard y también de la secretaría. ¿Seguirá siendo así?

-La idea es cambiarlo. Hay deportistas que cobran cinco becas. No tiene sentido.

-¿Se reverá el sistema?

-Hacer cambios hoy no es tan fácil, pero vamos a tratar de ir ordenándolo. El Enard tiene aproximadamente 2.200 personas que cobran 3.000 becas. El objetivo es que el deportista de alto rendimiento se sienta cómodo para que, con esa beca, pueda subsistir, esté tranquilo y pueda hacer el deporte que tiene que hacer porque puede subsistir.

-Tu presupuesto para el 2019 es de 919 millones de pesos, menor que el del 2018, 2017, 2016... Incluso con la inflación arrastrada, ¿alcanza?

-Todos hablan de la plata, pero hay un montón de factores más. La gran mayoría tenía que irse a entrenar afuera porque acá no había suficiente y buen equipamiento. Pero con estos Juegos, el equipamiento está, es cuestión de ponerlo en los lugares que correspondan y podés entrenar tranquilamente. Hablaba con Yuri Maier, de lucha, y me decía que era muy difícil entrenar en el Cenard; y hoy tiene dos colchones espectaculares. Vamos a tener que buscar un lugar donde ponerlos, pero no van a necesitar ir más a Rusia. Al yachting le salen de 25.000 a 30.000 dólares los gomones,le quedan 10, 12.

-Justamente... ¿Y los viajes?

-Con el dólar como está, pueden venir más fácil de afuera, podemos traer entrenadores. Hemos hecho mucho trabajo con intercambio: hoy estuve hablando con el ministro de Deportes de Ucrania; el tipo está desesperado con el rugby y el fútbol, nos ofrece los mejores profesores del mundo de gimnasia artística y rítmica a cambio de que le mandemos uno de rugby. Hay muchas formas de conseguir recursos. Lo que pasa es que hay que trabajarla bien entre todos. Y después, es como todo: con el presupuesto hacés lo que podés. Si viene alguien y me pide diez actividades, y bueno, yo le puedo dar cuatro.

-Las federaciones y te piden plata. ¿Qué hacés?

-Vamos a tratar de no perjudicar a nadie, pero todas las federaciones tienen que entender dónde están ubicadas. Si al yachting le dan diez palos, el pádel no puede pretender diez palos, es así. No es discriminar. Una es olímpica, la otra no, por más que tenga un campeón del mundo.

-El Enard, clave para el desarrollo de alto rendimiento, se financiaba con el 1% de los celulares; el Gobierno lo cambió por una partida del presupuesto. A los deportistas les preocupa.

-¿Alguien dejó de viajar? Que yo sepa viajaron todos. Los chicos hasta hace diez días estaban la mayoría en Europa preparándose para los Juegos. No se cortó nada. Sí se apuntó mejor y no se desperdició nada. Mirá: yo soy muy malo para administrar mi plata, pero la que no es mía, para sacármela, me tenés que matar. Me tenés que justificar cada cosa. Y además, los que quieran sacar ventajas, tienen la desventaja que yo vengo de 35 años de deporte. Vos me decís “voy a hacer un evento, me sale diez palos”... Me cago de risa. Lo mismo que los cambios de pasaje: si me lo justificás, te lo cambio; si no, pagalo vos.

-Se interpreta que llegás para optimizar la gestión y poner la lupa en cada cosa que se gaste.

-No es solo cuestión de plata. Hay miles de formas de conseguir ayuda, pero reconozcamos también que del punto de vista estatal, que es lo que más me cuesta, cada cosa que tenés que hacer genera burocracia. Hay que romper esa burocracia, pero tampoco quiero ir preso.

-¿Qué relación tenés con MacAllister? ¿Cómo te deja la secretaría?

-Yo quiero agradecerle por la transición. Él dedica todos los días como cinco horas conmigo y toda su gente está al pie del cañón ayudándome, tiene un corazón muy grande.

-¿Tu ideal sería privatizar?

-No, no. La función del Estado no se la puede sacar nadie. Lo que no puede ser es que el deporte solo viva del Estado, es una locura. Hay muchas empresas que nos pueden ayudar. No puedo entender eso de “vamos a pedirle al Estado”. “Papá, dame plata”. No, andá a laburar, ya tenés 21 años.

-Se viene un año de elecciones. Quizá los recursos se vayan para ese lado...

-Espero que no. Pero eso te lo puedo contar en seis meses, y decir “no, me equivoqué, no era el año para entrar”. Es una apuesta: voy a luchar por el deporte. Después, si políticamente no tengo la fuerza suficiente para manejarme ahí adentro, Dios lo dirá. Estoy convencido de que el deporte le va a traer más alegrías a Cambiemos que cualquier otros tipo de actividad.
De Urquiza viene del pádel.

-¿Qué rol te gustaría para los deportistas conocidos y consagrados?

-Tenemos que lograr con todos los Ginóbili, todos los Pichot, que Deportes sea un ministerio en serio. Que no dependamos de otros, que demostremos que, con trabajo, le dará grandes beneficios al país. Los jóvenes como Chiaraviglio, Crismanich, Pareto hicieron un laburo espectacular en la Villa Olímpica. Eso es lo que necesitamos. En algún momento te van a decir “yo tengo que vivir”. Y es lógico, pero esa gente no se puede perder.

-¿Te sorprendió el boom en el que se convirtieron estos Juegos?

-Aquél que diga que esperaba esto, mintió. Estaba proyectado para 350.000 personas, pero al cuarto día ya habíamos superado esa cifra. Y no solo es porque la entrada era gratis, el argentino es muy deportista, nos gusta mucho el deporte. Se aprovechó el boca boca. Nobleza obliga, la Ciudad y el comité organizador hicieron un gran trabajo, nos hicieron quedar muy bien a nivel país.

-¿Qué hay hacer para que el lunes ya no quede en el olvido?

-Lo primero que hay que hacer es salvar todo el equipamiento. Todos los ojos tienen que estar puestos ahí.

-En Senegal 2022 se vienen los próximos Juegos para la Juventud. ¿Qué importancia se les va a dar? ¿O solo importan los que se juegan en el país?

-Ya estamos preparándolos. Hay gente buscando chicos de 13, 14 años por todo el país. Durante cuatro años, a los que compitieron ahora no les faltó nada , se midieron de igual a igual contra las potencias.

-¿Se pueden hacer los Juegos Olímpicos de mayores acá?

-Demostramos que la organización la tenemos. Pero lo más importante es pensar un proyecto bien claro y a largo plazo, a ocho años. Remodelar los estadios, de River, Boca, Mendoza. No construir uno en donde después no se va a usar. Como Brasil, que se mandaron cinco estadios en el mismo lugar, una locura.

Publicado el 17-10-2018 OLE
Diógenes de Urquiza. (Guillermo Rodríguez Adami).
Sergio Stuart


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