A MEDIO SIGLO DE LA HAZAÑA DE AMAISON

17/05/2015
A MEDIO SIGLO DE LA HAZAÑA DE AMAISONPor esta fecha Rio de Janeiro ya empieza a palpitar lo que será el gran acontecimiento olímpico del 2016. Pero también por esta fecha podemos recordar que hace exactamente medio siglo el Campeonato Sudamericano se disputó en esa ciudad y tuvo, en el argentino Domingo Amaison, uno de sus protagonistas salientes.

Amaison concretó allí un hecho sin precedentes –y aún hoy irrepetible- al obtener medallas en cinco carreras de medio y largo aliento, desde los 1.500 llanos hasta el maratón. Un esfuerzo en menos de una semana que hoy parece increíble pero que da idea de la entrega y la calidad de “Mingo” cuando se trataba de defender los colores argentinos.

En el historial de los Sudamericanos, otros fondistas tuvieron despliegues triunfales, como el chileno Manuel Plaza allá por la década del ’20 (ganando cuatro carreras en una misma edición) o nuestro Osvaldo Suárez, en tiempos más cercanos (también cosechando oro). Pero nadie había sumado cinco medallas en un mismo campeonato como lo hizo Amaison. Claro que nadie volvió a intentarlo…

En ese Sudamericano, Brasil terminó al tope de la clasificación por puntos (269, cuarenta más que la Argentina). Pero nuestro equipo nacional predominó levemente en la cuenta de medallas (10 de oro, 8 de plata y 7 de bronce), una más que los locales. Allí había que recordar el mejor momento de la velocista Marta Buongiorno son su doblete 100-200 o los triunfos de los hermanos Barney: Eric con su récord sudamericano de 4.25 en garrocha, Ian en jabalina con 66.43. Pero Amaison fue el encargado de acumular puntaje.

Empezó con un triunfo sobre 5.000 metros, el 8 de mayo, donde marcó 14m46s5 y terminó delante de su compañero Mario Cutropia y del chileno Ricardo Vidal. Tendría que pasar casi medio siglo para que otro argentino volviera a ganar esa distancia, cuando Javier Carriqueo lo consiguió, en Buenos Aires 2011. Al día siguiente, Amaison fue tercero sobre 1.500 metros, marcando 3m54s5, aventajado por el local Tarsio de Andrade (3m53s9) y el uruguayo Albertino Etecheruy (3m54s1). El 13 de mayo, Amaison se animó con los 10 mil llanos y esta vez el triunfador fue Cutropia quien, con sus 22 años, asomaba como la mayor esperanza del fondo argentino. Cutropia marcó 31m19s1, Amaison lo escoltó con 32m01s0 y nuevamente el chileno Vidal quedó tercero.

El 15 de mayo fue el turno de los 3.000 con obstáculos, el cada vez más popular “steeplechase”, la especialidad favorita de Amaison. Triunfó en 9m03s0, seguido por uno de sus clásicos rivales, el citado Etchechury, y por el brasileño Sebastiao Mendes. Y con menos de 24 horas de descanso, en el cierre del Campeonato, Amaison decidió competir por primera vez en un maratón. Bajo un calor agobiante, un experimentado como Vidal se llevó el triunfo con 2h38m15s, aventajando por ocho segundos al local Dorival Silva. Amaison terminó tercero y ovacionado en 2h40m13s.



Córdoba, en ida y vuelta



Amaison es oriundo de Córdoba, donde dio sus primeros pasos en el atletismo bajo la guía del ex representante olímpico (1932, 1936), el recordado Luis Oliva. Sus datos muchas veces aparecieron equivocados en las estadísticas –se lo mencionaba como Amaizon, nacido en 1936- hasta que él mismo nos mostró su documento: Domingo Amaison, nacido el 22 de abril de 1934. Es decir, pocos días después que otro grande de nuestro atletismo de fondo, Osvaldo Suárez, quien fue también su gran rival, amigo y compañero en la vida profesional.

Estimulado por la popularidad que las carreras de fondo tenían en nuestro país, por las victorias olímpicas o por pruebas como el legendario Maratón de los Barrios que organizaba El Gráfico, Amaison se volcó a sus prácticas. Apareció como representante cordobés en los Nacionales de mediados de la década del ’50, comenzando una serie de triunfos que se extendió en todas sus pruebas hasta comienzos de los 70. Desde que ganara en Concepción del Uruguay (1957) hasta Mar del Plata (1973), totalizó 23 títulos nacionales en pista, cifra que ningún otro atleta argentino ha conseguido en competencias individuales. Solamente Gerardo Bönhoff cuenta con más títulos (27), pero incluyendo allí los relevos. Amaison fue tres veces campeón en 1.500, ocho veces de 5.000, seis de 10 mil y seis más en obstáculos, y cuando estaba por cumplir 40 años, en la primavera del 73 en Mar del Plata, fue una de las figuras del Nacional al llevarse los trifos de 5, 10 y obstáculos.

A esto se le deben agregar dos títulos en los primeros nacionales de Cross Country (Castelar 1971, Parque Saavedra 1974) y aún pasados los 40, en 1975 (Bariloche) y poco antes de su retiro de las competencias, todavía seguía entre los mejores, alcanzando el sexto puesto.

Si bien Osvaldo Suárez en fondo y Juan Carlos Dyrzka en vallas eran los atletas argentinos de clase mundial por aquella década del 60, Amaison construyó una importante campaña y quedó como un histórico en los obstáculos. Realizó varias giras europeas que le dieron fogueo competitivo y preparación para entender hacia dónde apuntaba el atletismo. Compitió en indoor, cross country, calle o pista, contra los mejores de su época y tenía entre sus principales rivales a los precursores del gran atletismo de fondo español (Mariano Haro, Javier Alvarez Salgado).

En una de aquellas giras –en 1968, tal vez la más exitosa- batió el récord nacional de los 1.500 llanos con 3m.47s8, el 8 de junio en Madrid, marca que permaneció por más de una década al frente de nuestras listas. Al mes siguiente, en La Coruña, llevó el récord nacional y sudamericano de obstáculos a 8m44s6. Y en esa misma ciudad, el 17 de junio de 1968, concretó la mejor marca de su vida: 8m.41s.8. Era su sexto tope nacional y sudamericano de la prueba. Permaneció como récord sudamericano hasta que el brasileño José Romao de Andrade la bajó a 8m35s8 (1975). Pero como récord nacional recién fue mejorado por Cascabelo casi dos décadas más tarde (8m37s47). Aún hoy, dichos 8m41s8 lo mantienen a Amaison como el sexto mejor especialista argentino de todos los tiempos.

Esa actuación le dio el pasaporte a los Juegos Olímpicos de México. Pero allí no pudo adaptarse a la altitud y en medio de la sorprendente aparición de los keniatas, “Mingo” quedó al margen de la primera eliminatoria (fue 12° con 9m.43s.06, muy lejos de sus posibilidades).

Otras de las mejores marcas personales que concretó a lo largo de esa gran campaña fueron 8m14s0 en 3.000 llanos (el 11 de junio de 1964 en Mainz), 14m11s0 en 5.000 (el 19 de junio de ese mismo año en Turku, Finlandia) y los 30m08s2 en 10 mil, con los cuales obtuvo los Nacionales del 72, en la pista de carbonilla de Gimnasia y Esgrima.

Su aporte a los equipos nacionales fue significativo a lo largo de aquella década del ’60. Repasemos:



Hizo su debut en los Panamericanos de Chicago (1959) ocupado el séptimo lugar en los 5.000, ganados por Osvaldo Suárez. Y ese mismo año quedó sexto en un Sudamericano extra, en San Pablo, en la prueba de obstáculos.


En los primeros Iberoamericanos (Santiago 1960) no atravesó la eliminatoria de los 1500 (4m01s5 en su serie) y tampoco clasificó en obstáculos. Pero dos años más tarde, en el estadio Vallehermoso de Madrid, se proclamó campeón de los obstáculos con 9m02s6, aportando valiosos puntos a un equipo nacional que se quedó a un paso del título. Amaison también fue cuarto en los 5.000, ganados por el imbatible Osvaldo.


Lima 1961 marcó el primer Sudamericano oficial para Amaison, quien escoltó al brasileño Sebastiao Mendes en la prueba de obstáculos, y además fue quinto en 1.500. Dos años después, en Cali, Amaison ya era el rey de los obstáculos, desplazando a Mendes, y escoltaba a Suárez en los 10 mil, además de llevarse el bronce en 5.000. Rio 65, con la hazaña descripta, marcó una continuidad, hasta que se despidió del máximo evento de nuestra región con un celebrado triunfo ante su público en la pista de Parque Chacabuco, en 1967: 9m.04s.8.


Después de aquella incursión por Chicago, Amaison recién retornó a los Panamericanos ocho años más tarde en Winnipeg. Y logró la medalla de bronce en los 3.000 metros con obstáculos, ganados por el local Andy Boychuk. Fue la única medalla argentina en dichos Juegos y pasarían doce años –hasta el decathlon de Tito Steiner en Puerto Rico- para que otro atleta argentino subiera a un podio panamericano…


Desde su retiro de las competencias, Amaison se convirtió en un trabajador incansable por nuestro deporte. Con polémicas y discusiones, es cierto, pero multiplicándose. Entrenador a veces, viajero infatigable por el mundo, empresario, fueron –junto a Suárez y el legendario árbitro de fútbol Angel Coerezza- los impulsores del Maratón Adidas de Buenos Aires a comienzos de los 80. En definitiva, impulsores decisivos para lo que hoy constituye un fenómeno masivo como son las carreras de calle. Lo que antes sólo practicaba un puñado de audaces, hoy constituye una atracción para todos. Y Amaison tuvo mucho que ver con eso a lo largo de estos tiempos.
Fuente: cada-atletismo.org

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